Luego de que el 11 de octubre el representante a la Cámara, Daniel Carvalho Mejía, durante un debate en el Congreso contara que fuma marihuana desde hace 25 años, las reacciones en diferentes sectores sociales no han parado.
En Ibagué, por ejemplo, la ginecóloga Andrea Peña Rojas fue criticada por escribir en sus redes sociales que respeta el consumo recreativo de marihuana, pero que no comparte la posición del congresista.
Entrevistamos a la doctora Peña para conocer mejor su posición frente a lo dicho por Carvalho.
Revista Asuservicio: Doctora Andrea, se mostró molesta por lo que contó el representante Daniel Carvalho frente al consumo de cannabis.
Andrea Peña: Pues básicamente mi comentario iba con respecto a lo que dijo el representante, pues que él ha consumido toda la vida y que su médico le ha dicho que normal, que no pasa nada. Hice mi comentario porque creo que ese tipo de comentarios son lesivos para la juventud y para todos.
El consumo de cualquier sustancia que no sea un alimento o un suplemento, así sea con fines recreativos, un consumo crónico trae consecuencias y eso está demostrado, depende de la sustancia, del tiempo de exposición, de la frecuencia y de la cantidad.
Y está demostrado que entre más tiempo sea la exposición y la sustancia más grave, pues puede producir más lesiones. ¿A qué nivel? A muchos niveles, pero está demostrado que a nivel del sistema nervioso central el consumo de sustancias produce alteraciones cognitivas, a nivel emocional, psiquiátrico, y obviamente a nivel físico porque va a alterar, de acuerdo a la sustancia, si es inhalada, en los dientes, en la boca, en los pulmones, si es en la nariz porque es coca va dañando el tabique, y está demostrado que los consumidores crónicos de cocaína tienen lesiones en el septo (tabique). Los que consumen alcohol de manera crónica tienen úlceras, esofagitis, cáncer de estómago y cirrosis hepática, y de tabaco que es de los que también tenemos legalizados, pues también es malo y está asociado con todos los tipos de cánceres que hay.
Entonces, normalizar cosas que no son normales nos puede llevar a pensar que tomar alcohol o consumir marihuana, o coca, o LSD, es igual a consumir agua. No lo podemos equiparar. No podemos normalizar cosas que son dañinas al cuerpo, aunque haya personas que lo quieran consumir. Lo respeto. Tengo amigos, colegas y conocidos que lo hacen y lo respeto, y no por eso dejan de ser mis amigos, pero eso no quiere decir que no sea malo.
Como personal de salud no podemos salir a decir que consumir no produce nada, y lo peor, inducir a un paciente a decirle: “sígalo haciendo, no pasa nada”. Creo que es algo muy delicado y muy preocupante.
R.A.: Hubo personas que se mostraron indignadas por su posición. ¿Cómo lo tomó?
A.P.: Estamos en una sociedad de la delicadeza, entonces todo el mundo de «delica» por las cosas. Yo nunca hice el comentario de manera personal hacia nadie, pero ese es uno de los errores, la gente se toma algo personal. Simplemente, la persona que más fue como tocada con respecto al tema, le expuse mi posición desde la ginecología y la obstetricia, y le dije: “Mira, es como si yo le digo a una embarazada, señora, consuma alcohol durante el embarazo, no pasa nada. Yo consumí alcohol en mi embarazo – lo cual no es cierto, es un supuesto – pero como yo consumí y no me pasó nada, pues usted puede hacerlo también.” Qué pensaría usted si su ginecólogo, su obstetra que está cuidando a su mamá, a su hermana, a su prima embaraza, le dice eso. Obviamente usted va a decir: “Esa señora está mal”.
No puedo decir por una experiencia personal cuando toda la evidencia dice que no se debe consumir alcohol en el embarazo, igual lo respeto a los que lo hagan y no les ha pasado nada, pero los estudios dicen que no hay un nivel crítico y que eso puede producir lesiones desde una copa hasta la persona alcohólica y depende de una susceptibilidad individual. Eso se puede manifestar a largo tiempo en el feto, que haga un trastorno en el neurodesarrollo, o haga algo psicológico emocional, no lo podemos saber. Entonces yo por qué voy a decir algo si toda la evidencia me dice que no puedo decir lo contrario.
Entonces, cuando le dije a esa persona esa posición, como que paró.
R.A.: ¿Sienta entonces su posición radical como independiente y como profesional, frente al uso del cannabis?
A.P.: Yo pienso que el cannabis tiene cabida dentro del manejo paliativo, dentro del manejo médico. Desde que esté con un equipo de cuidado paliativo me parece que puede ser una muy buena alternativa. Para el manejo recreativo, de manera crónica, lo respeto, así como respeto a le gante que fuma, pero pues ya, eso está prohibido en lugares públicos y me parece que normalizar, si no permitimos el uso de cigarrillos en lugares públicos, entonces, imagínense ustedes. Que diga: “No se permite cigarrillo, pero sí se permite marihuana” en un restaurante. Suena como ilógico.
Cada uno lo puede hacer y eso es el desarrollo de la libre personalidad, pero no lo podemos permitir de manera normal como no permitimos el tabaco.
Legalizarlo si, hay que legalizarlo. Pienso que sí porque cuando las cosas se prohíben es peor, igual el consumo ha existido y existirá siempre. Creo que cambiar el que esté legalizado o no, no va a cambiar mucho. El que consume, sea lícito o sea ilícito, siempre lo va a consumir, pero no podemos legalizar esto que diga “En el colegio puedes consumir marihuana a la hora del recreo” por ejemplo. Eso no lo podemos normalizar.